Al hablar de arte una gama de colores y de formas nos envuelve, nos da la idea de pinturas, de cuadros o, tal vez, se nos viene a la mente la última vez que visitamos una galería. Pero el arte es más que eso, no se limita a un cuadro o a colores, sino es toda aquella virtud, habilidad o destreza para hacer algo.
El arte como manifestación de un sentimiento es importante por dos razones fundamentales:
· Sensibiliza:
Se dice que el arte sensibiliza a la persona porque la conecta con sentimientos propios o extraños y le muestra diversos mundos. Expliquemos esto mediante un ejemplo claro. El artista piensa lo que quiere representar (que generalmente se debe a una inspiración llevado por un sentimiento), crea su obra de arte y la presenta. El espectador, al mirar esta obra de arte, acoge este sentimiento y lo interpreta. En otras palabras, el espectador se pone o intenta ponerse en el lugar del artista y siente lo que el artista sintió cuando realizó la obra de arte. Generalmente la interpretación coincide con lo que el artista propone, pero puede no coincidir. Eso se debe al contexto en el que viva el espectador o el artista. (*)
Todo lo anterior es importante ya que “los sentidos son nuestras primeras vías a la conciencia. Sin un sistema sensorial intacto no seríamos consientes de las cualidades del entornos a las que ahora respondemos. Esta ausencia de conciencia nos haría incapaces de distinguir al amigo del enemigo, de alimentarnos o de comunicarnos con los demás. (…)”
El desarrollo de una cultura depende de la comunicación entre artista – espectador, ya que la comunicación ofrece oportunidades para crecer y desarrollarnos respondiendo a las contribuciones de otras personas.
Hay diversas teorías que afirman esta incógnita, un de ellas dice que el arte requiere de la creatividad y esta es correlativa a la inteligencia.
Empecemos hablando del arte y la creatividad. Es cierto que una de las herramientas del arte es la creatividad, un artista es un creador. Y como creador necesita innovar en todo momento.
La creatividad ejercita el cerebro, es este constante ejercicio lo hace capaz de retener, analizar y profundizar mayor información.
A inicios del siglo veinte se pensaba que cada individuo tenía cierta cantidad de inteligencia, pero fue cuestión de tiempo para que a mediados del siglo Joy O. Guilford, un importante psicólogo, postulara que la clave de la inteligencia es la creatividad. Él sostuvo que la creatividad no era igual a la inteligencia, solo eran correlativos, pero estas se fisionaban y hacían del individuo capaz de desarrollarse mejor.
Este estudio puede ser confirmado en la actualidad. Por ejemplo, ¿quién no ha oído hablar del famoso “efecto Mozart”? los bebes y niños que escuchan música clásica varias veces por semana tienen mayor posibilidad de ser más inteligentes que otros. O, por ejemplo, en Estados Unidos se realizo un estudio a los estudiantes que durante toda su secundaria han participado de algún taller artístico y se comprobó que obtienen las más altas notas en las pruebas de SAT (son las pruebas para ingresar a la universidad).
En conclusión las artes son fundamentales para una persona. Ya sea para su desarrollo antropológico o para su desarrollo intelectual. No solo educa en valores, sino que además desarrolla la inteligencia.
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